Nadie me advirtió las consecuencias
yo no deseaba la respuesta que obtuve.

Nadie me advirtió sobre el dolor
y el error premeditado.

¿Alguna vez sintieron que, 
todo el bien que pretendían hacer, 
se transformó en daño?

Todas las excusas eran anacrónicas
ninguna era útil, ninguna servía
porque ya no vivía en el pasado.

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